Aprendiendo a ser solidarios

         

El martes 30 de octubre y el jueves 08 de noviembre hemos realizado nuestras últimas dos visitas solidarias al Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Carmen, con alumnos de 6° y 5° año respectivamente. En ambos grupos se han hecho presentes asistentes de la educación, madres y padres de los alumnos participantes.
Ésta es una acción solidaria a través de la cual nuestra escuela quiere ayudar a sus alumnos y familias a forjarse un corazón solidario, atento a las necesidades de los otros y dispuesto a tomar iniciativas en favor de los más necesitados.
A continuación algunos testimonios:

“Ayer tuve la oportunidad de participar en nuestra visita solidaria el Hogar de Ancianos Ntra. Sra. del Carmen. Fuimos con mis compañeros, padres, asistentes de la educación y el Hno. Juan Carlos, a compartir con los ancianos.
Nos fuimos en bus. Yo estaba muy ansioso por llegar. Cuando al fin llegamos, los ancianos se pusieron muy felices. Con mi grupo fuimos a compartir con las abuelitas. Después de saludarlas estuvimos modelando arcilla con ellas. Lo pasamos muy bien. Se me hizo como si hubieran sido cinco minutos la hora que estuvimos allí”. (Pablo Aedo, 5° año)

“Visitamos, con un grupo de compañeros lasallistas de la Escuela Francia, el Hogar de Ancianos Nuestra Señora del Carmen. Formamos tres grupos con distintas comisiones. Yo participé en “la atención de abuelitos postrados”. Serví a dos de ellos dándoles la comida. Eran muy tiernos y graciosos.
Algo que me impactó fue que, al llegar a la enfermería, recorrimos todos los dormitorios saludando a los abuelitos y uno de ellos se emocionó hasta las lágrimas con nuestra visita”. (Benjamín Ignacio Caamaño Mora, 5° año)

“Junto a niños, apoderados y colegas he visitado en algunas oportunidades el hogar de ancianos Nuestra Sra. del Carmen. Cada ida al hogar me da la hermosa posibilidad de compartir con estos abuelitos, darles un poco de alegría y compañía.
Me llama la atención que algunos están resignados a sólo pasar sus días sentados frente al televisor y, al conversar con ellos, puedo percibir cierto tipo de soledad o quizá algún tipo de patología mental producto del proceso propio de la edad y ciclo vital. Aun así con paciencia, comprensión y un poco de cercanía se puede brindar un momento lindo para ellos. Otros están con el ánimo siempre dispuestos a participar ya sea en actividades como manualidades, bailes, juegos de mesa… donde su alegría se refleja espontáneamente.
Tras estas visitas aprendo y refuerzo valores propios e institucionales como miembro de una comunidad lasallista. Agradezco formar parte del proceso de formación no solo académica sino en todas las áreas del desarrollo de los niños de nuestra Escuela, los cuales son potenciados al conocer distintas realidades.
Valoro la vida, la salud y la posibilidad de poder dar algo de mi tiempo y energías, dentro de mi rutina diaria, al compartir y enriquecer el alma. (Tía Myriam Colimán, Asistente de aula 1° B)


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