todos los cursos de la Escuela han hecho memoria de la última cena del Señor Jesús con sus apóstoles.
Los profesores jefes, acompañados de otros colegas, han guiado este momento, ayudando a los niños a mirar con agradecimiento el que Jesús haya querido permanecer junto a nosotros –como pan de vida- en el sacramento de la Eucaristía.
También ha sido la ocasión para volver a tomar conciencia de lo que significa seguir a Jesús como cristianos: Amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestros hermanos como Jesús mismo lo hizo, dando la propia vida en favor de otros.
La fuerza para amar con desinterés, generosidad y alegría nos la puede dar el vivir constantemente unidos a Jesús a través de la Eucaristía. Valoremos y participemos con frecuencia de este don que Dios nos ofrece.

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