Los papás y mamás, empezamos a vivir esta experiencia desde la primera reunión de apoderados, fue el comienzo de una alegría. Dentro de las preparaciones; comunicaciones por WhatsApp, datos de donde se vendían los buzos para la nieve, entre otras cosas.
Ya luego con la fecha confirmada, nos pusimos nerviosos y más alegres aún, sería una muy linda experiencia y siempre con el apoyo de las tías educadoras de nuestros niños.
Niños que casi no durmieron la noche anterior, la Sra. Rocío comprando colaciones para que todos comieran lo mismo en el viaje, la mamá tesorera reuniendo los dineros, otros padres ofrecen cupos en sus vehículos para los que quieran viajar.
En el bus, seguía la organización, que todos los alumnos fueran con un adulto, intentamos cantar para alegrar el viaje, separar a nuestros hijos de celulares y tablet.
Fue muy entretenido entregar sus colaciones, sus caritas de felicidad al ver cositas ricas. Reforzamos nuestro aprendizaje de cuidar el planeta y juntar nuestra basura, para reciclar uno de los envases a petición del equipo PIE.
Niños reforzando su aprendizaje de lectura, leyendo letreros en el camino, o el tríptico con el programa entregado en la sala antes de salir.
En cuanto bajamos del bus se organizaron algunos papás y mamás para deslizar a los niños en los resbalínes de nieve, todo desde el principio fue genial.
Mucho trabajo en equipo, alumnos, padres, madres, profesores. El tiempo pasó volando entre monos de nieve, trineos, fotos y almuerzo, los niños que no paraban de jugar. Muchas risas de todos, fue muy fantástico.
Conocer la nieve junto con los compañeros de curso, fue inolvidable.
Para algunos niños, viajar sin sus padres, solo acompañados por sus educadoras, fue madurar un poco.
En fin, toda la experiencia pedagógica del martes 3 de septiembre de 2019, será algo que quedará en nuestras mentes y en nuestros corazones.
GRACIAS TOTALES APODERADOS KINDER A.

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