SEMANA LASALLISTA

         

Cada año, en torno al 15 de mayo, nuestra comunidad educativa realiza cambio de actividades con el fin de volver a la fuente inspiradora que nos legó san Juan Bautista de La Salle sobre la manera de educar personas.
En efecto, él se dejó guiar por Dios para organizar y crear escuelas cristianas que dieran formación humana y espiritual de calidad, a los hijos de los pobres y artesanos de su tiempo, entregándoles herramientas necesarias para abrirse paso en la vida.
Pensando en el bien de esos niños, Juan Bautista de La Salle dignificó la vocación de educador, formando educadores integrales, moralmente sanos, atrayentes y dignos de seguir e imitar por su coherencia entre lo que enseñaban y practicaban.
Por este esfuerzo sostenido en acompañar a unos y a otros, en 1950, el Papa Pío XII lo declaró “Patrono universal de todos los educadores”.
Desde los orígenes, la fraternidad ha sido un valor puesto al centro del estilo educativo lasallista. Motivados por Jesús a amarnos los unos a los otros, procuramos desarrollar –en el día a día- vínculos de afecto, confianza y apoyo que contribuyan a crear un mundo más humano, justo y fraterno.
Las actividades artísticas, deportivas, recreativas, pastorales y de convivencia -realizadas del 16 al 20 de mayo- han tenido como meta “saborear” lo bueno que es “vivir compartiendo” más que “vivir compitiendo”.